La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, tiene los días contados para definir si otorga o no la licencia ambiental para el proyecto vial denominado “Construcción Conectante C1-C2, Unidad Funcional-1, Bucaramanga-Pamplona.
Durante la mañana de ayer, en la audiencia pública ambiental sobre este proyecto, la autoridad ambiental escuchó la explicación tanto de la comunidad como de la concesión Sociedad Autovía Bucaramanga-Pamplona S.A., los alcances de la obra, las medidas de mitigación, la accesibilidad a nuevas zonas geográficas, las estructuras y obras proyectadas en la conectante y el impacto socioeconómico y ambiental, entre muchas otras variables.
Según manifestaron los asistentes, como actualmente está trazado el proyecto no trae grandes beneficios ni en movilidad ni ambientalmente.
Alejandro Alvarado Bedoya, abogado demandante y quien representa a las comunidades de los conjuntos residenciales y algunas empresas asentadas en el valle de Menzulí, expuso que en temas ambientales existiría un efecto negativo.
“Es cierto que en este tipo de proyectos siempre habrá consecuencias ambientales, pero sí se va a realizar porqué no hacerlo por la vía terciaria del sector de Sevilla, que pertenece a Piedecuesta, y no por el trazado contratado que es un bosque cerrado”, cuestionó Alvarado Bedoya.
A su turno, Moisés Guarín, director de la Autovía Bucaramanga-Pamplona, aseguró que dentro de la documentación radicada por ellos ante las autoridades ambientales nacionales y regionales, han seguido los lineamientos establecidos según la resolución de licencia ambiental.
“La comunidad solicita la modificación del trazado y eso va mucho más atrás de nuestra adjudicación, donde nos entregaron el polígono de utilidad pública. Previamente a que nos concesionaran, se hizo un proceso diligenciado por la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, donde, de la mano con la Anla, se tomaron tres rutas y se determinó que la mejor vía para la conectante sería C1 y C2”, aseguró Guarín.
Bajo este panorama, una respuesta más certera frente al diseño de la obra vial lo podría dar la ANI, como sugiere Guarín; sin embargo esta autoridad asegura que ya no es competencia de ellos sino de la concesión.
Por ahora, la Anla recopilará las ponencias verbales y escritas obtenidas en esta audiencia y tendrá un plazo de 90 días hábiles para definir si da o no la licencia ambiental para la ejecución de este proyecto.
Consecuencias viales
Durante esta audiencia la comunidad también señaló que habrán consecuencias negativas en materia de seguridad vial en el área metropolitana de Bucaramanga, afectando directamente a quienes transitan cotidianamente entre Piedecuesta, Bucaramanga y Floridablanca.
“Hay una ineficiencia del actual trazado, ya que solo conecta a Bucaramanga con el kilómetro 8+500, y no al 38 como podría ser con el diseño de Sevilla. Haciéndolo por este lado sería más eficiente, habría mayor seguridad y desarrollo del área metropolitana, porque segrega el transporte de carga pesada de una solución de fondo al problema, reduciría el número de vehículos que cotidianamente la vía Bucaramanga- Piedecuesta”, explicó Alvarado Bedoya.
El proyecto, que tiene una inversión de $1.4 billones, contempla una vía de un carril sencillo entre Bucaramanga- Pamplona, y dos peajes adicionales (actualmente solo tiene uno).
“Esto no brindaría una solución real, con condiciones de diseño óptimo, ni es un salto real a la modernidad de la infraestructura de Santander”, puntualizó el abogado demandante y quien representa a las comunidades.
Fuente/vanguardialiberal.com
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