El panorama en materia de agresiones sexuales contra menores de edad en el área metropolitana de Bucaramanga y en Santander sigue siendo alarmante.
A las 232 denuncias que hasta el primer semestre de este año habían sido instauradas en la Fiscalía por diversos delitos sexuales, se siguen sumando más hechos.
Tal es el caso ocurrido hacia las 3:00 de la tarde del pasado domingo, en el barrio El Carmen, Floridablanca, cuando una adolescente se bajó de un bus, en zona boscosa, con la intención de tomar otro que la llevaría rumbo a su vivienda.
La joven, según el relato conocido por las autoridades, fue interceptada por dos hombres, quienes aprovecharon la soledad del lugar para atacarla.
Uno de los sujetos se paró frente a ella para evitar que huyera, mientras tanto, el otro le llegó por la espalda y le dio un golpe en la cabeza que la dejó aturdida.
Para que la víctima no gritara y alertara a alguna persona, le pusieron un trapo en la cara, le taparon los ojos y la arrastraron por un sendero boscoso que conduce desde el barrio El Carmen hasta el sector de Sendas.
Allí, de acuerdo con el relato de la víctima, mientras el hombre que la golpeó la sostenía, el otro la accedió sexualmente.
Tras la agresión sexual, los abusadores escaparon y dejaron a la menor abandonada a su suerte. Una vez volvió en sí, la afectada se levantó y dio aviso a sus familiares, quienes de inmediato la trasladaron a una clínica y denunciaron el caso para dar paso a una investigación.
La joven fue llevada al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, seccional Bucaramanga, para confirmar si efectivamente fue accedida.
Ofensiva contra abusadores
Con el fin de combatir el accionar delictivo de los abusadores, la Policía reportó que durante el pasado fin de semana fueron capturadas cinco personas que están involucradas en casos de violencia sexual contra menores de edad.
Uno de estos arrestos tuvo lugar hacia las 10:00 de la noche en un conjunto residencial del barrio Bosques de Floridablanca, en donde la víctima fue una niña de 12 años.
De acuerdo con la denuncia, la mamá de la víctima la envió para que buscara a su hermano, quien estaba jugando ping pong dentro del conjunto. Sin embargo, en el camino hacia el primer piso, la niña se encontró de frente con un vecino en estado de embriaguez.
Luego de verla, este hombre la tomó a la fuerza y la besó. Como pudo, la menor se soltó y emprendió la huida, pero el abusador también alcanzó a agarrarle sus partes íntimas.
Cuando llegó a su casa, la niña le contó lo ocurrido a su progenitora, por lo que de inmediato la mujer dio aviso a la Policía. Una patrulla llegó al lugar y arrestó al presunto abusador.
Al cierre de esta edición este hombre era presentado en el Centro de Servicios de Bucaramanga ante un juez.
En otro caso ocurrido en el barrio Gaitán, en Bucaramanga, el pasado sábado, tanto la víctima como el afectado, son menores de edad.
Según la Policía, un adolescente de 14 años, vecino de un niño de 9, se quedó a jugar en la casa de la víctima, mientras los papás hacían unas compras. Aprovechando la soledad de la casa, el de 14 años sometió al niño y lo abusó sexualmente.
El aberrante caso salió a la luz cuando al llegar los padres, el niño les relató lo que había ocurrido, por lo que informan a la Policía sobre lo ocurrido.
El afectado fue llevado a Medicina Legal en donde determinaron el acceso carnal violento. Entre tanto, el otro menor fue aprehendido.
Ese mismo día, pero en el barrio San Antonio de Piedecuesta, una niña de 11 años, en condición de discapacidad, habría sido abusada por un hombre de 72 años.
Al parecer, la niña se estaba bañando y la progenitora estaba en la habitación en la que viven en arriendo, situación que aprovechó el hombre para hacerle tocamientos. Al percatarse de lo ocurrido, dieron aviso a la Policía, que logró la captura del presunto abusador.
fuente/vanguardialiberal.com
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