En varias fuentes hídricas del departamento se hace evidente la fuerza de la temporada seca. Incluso La disminución de las lluvias ha generado el racionamiento del suministro de agua en cuatro municipios de Santander.
Mientras que el embalse Topocoro en noviembre tenía un llenado del 99%, este lunes se encuentra en un 54%. “A simple vista se ve el duro impacto del Fenómeno de El Niño, tanto en el embalse Topocoro y en los bajos niveles del río Magdalena”, subrayó Ramón Ramírez, director de Gestión del Riesgo de Santander.
De acuerdo con el funcionario, se espera que esta temporada seca tenga su pico más fuerte en febrero. “Hasta el momento no hemos tenido el impacto que se va a registrar”.
Ramírez explicó que las lluvias registradas recientemente hacen parte de un frente frío proveniente de del océano Atlántico. “No quiere decir que vayan a permanecer. No podemos bajar la guardia. En la temporada seca no hay ausencia de lluvias, sino que se presentan menos lluvias”.
Por esta razón, el experto recomendó aprovechar estas precipitaciones para almacenar agua, especialmente en zonas rurales de municipios que año tras años sufren por la carencia de agua como Aratoca, Villanueva, Los Santos y Lebrija.
#SantanderMenosVulnerable | Con el sumistro de agua en carrotanques y otras acciones, a través de la @EsantSantander y Gestión del Riesgo apoyamos a los 11 municipios que presentan escasez de agua provocada por la temporada seca y el fenómeno El Niño.
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Municipios afectados
Lebrija: Este municipio se dividió en tres sectores para recibir el preciado líquido cada dos días de por medio. Se trata de un racionamiento preventivo para evitar el desabastecimiento. “Con esa estrategia queremos garantizar que se garantice tener agua en la represa Piedras Negras y Pico del Águila para poder aguantar hasta marzo. Garantizamos el mínimo vital de agua”, explicó Ramón Ramírez.
Hace unos 20 días un aguacero el embalse regresó a su nivel de almacenamiento máximo, sin embargo actualmente se mantiene la restricción.
Allí también se tiene un carrotanque de la Gobernación de Santander disponible permanentemente. Cuando es necesario, se dirige hacia el parque donde existe un pozo de perforación para captar el agua que es transportada hasta la planta de tratamiento del acueducto para que sea potable.
Villanueva: La Administración Local adelanta gestiones para adquirir un carrotanque. Entre tanto, una volqueta de 4 mil litros se encarga de repartir agua a los afectados por el desabastecimiento parcial. Ha sido necesario el apoyo que brinda el municipio de Barichara tres veces por semana.
Es repetitivo que en cada temporada seca este municipio resulte perjudicado.
El Socorro: Registra desabastecimiento en la zona rural, por lo que ha sido necesario emplear un carrotanque para llevar agua a esas áreas. Allí se declaró la calamidad pública.
Suaita: Se implementó un racionamiento con el que se suspende el servicio de agua por hasta cinco horas cada día de por medio.
Aratoca: Es otra localidad perjudicada por desabastecimiento parcial. Allí dos carrotanques administrados por la Esant distribuyen agua. Para evitar que este municipio siga siendo perjudicado por cada sequía, se recomienda la construcción de un embalse
Los Santos: Un carrotanque de la Gobernación de Santander abastece tanto a la zona urbana como la rural.
Landázuri: Se dispuso de un carrotanque que realiza dos viajes semanales para recolectar agua que es tratada antes de ser entregada a los pobladores.
Barichara: cuenta con un carrotanque propio de 12 mil litros que diariamente realiza seis recorridos.
San Vicente de Chucurí: Registra desabastecimiento en algunos sectores rurales.
Agua garantizada en Bucaramanga
Ramón Ramírez resaltó que gracias al embalse de Bucaramanga el área metropolitana no padecerá racionamientos. “Se puede dar tranquilidad a los ciudadanos. Las medidas que tenemos garantizan que soportemos más allá del primer trimestre”.
Incluso con estos buenos indicadores, dicha agua almacenada podría emplearse en caso de que algún municipio vecino requiera atención.
Sin embargo, en el área metropolitana se seguirán manteniendo los controles para no malgastar el agua, por ejemplo en lavaderos de carros. “Se debe controlar que el agua potable sea para consumo humano”.
Es normal la disminución de las lluvias
Luis Alfonso López, meteorólogo de la oficina de Pronósticos y Alertas Ideam, explicó que climatológicamente enero es un mes con pocas precipitaciones en Santander. “Diciembre y enero son los meses más secos en Bucaramanga. Es normal que para esta época no llueva mucho”.
De acuerdo con el experto, en promedio, en Bucaramanga se registran 10 días lluviosos durante cada enero y la precipitación es de 90 milímetros.
Además, López resaltó que tiende a llover menos hacia la parte sur de Santander y la parte central. “Hay condiciones de lluvias muy locales. Es decir, llueve en algunos sitios, pero en los alrededores no. Además no hay continuidad en las lluvias. Puede ser que hoy llueva y mañana amanezca soleado”.
Fuente/vanguardialiberal.com
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