Una controvertida demarcación vial, que en el papel reduce la velocidad en puntos de alto grado de accidentalidad del Centro de Bucaramanga y en otras áreas vecinas, tiene molestos a los conductores y en general a buena parte de la ciudadanía.
¿La razón?
La nueva señalización reduce la movilidad a un solo carril en varias intersecciones viales, lo que genera un mayor grado de congestión.
Además de demarcar el máximo límite de velocidad, 30 km/h, Tránsito adecuó reductores, separadores, bolardos e inclusive bermas.
Tales espacios aparecen, según los conductores, como “barreras” que separan los dos carriles de las vías y dejan reducido el paso a un solo tramo. Total: hay más congestión.
“¡Es el colmo que hagan esto! Además de que no hay vías, Tránsito se las ingenia para recortarnos más el paso”, dijo Alfredo Lozada, un conductor que siempre pasa por el lugar.
“¡Es absurdo! Esta ciudad no tiene vías y en las pocas por donde se puede transitar, la Alcaldía nos pone frenos”, precisó José Alfredo Cáceres, otro ciudadano.
“Si a las bermas que pusieron, les sumamos las materas del famoso urbanismo táctico que se ideó la Alcaldía, tendríamos que decir que el Centro está cercado”, expresó Jorge Molinares, otro conductor.
Uno de los tramos intervenidos es la carrera 24, entre la Avenida Quebrada Seca con calle 35. Hay que precisar que justo allí ocurrieron 148 accidentes entre las vigencias 2017 y 2018.
Otras zonas que tienen la polémica demarcación son: la Avenida Eduardo Santos y algunos tramos del barrio San Alonso.
Tránsito se defiende
Según Germán Torres Prieto, director de Tránsito de Bucaramanga, la demarcación vial se hizo luego de estudiar y aprobar un proyecto postulado por la entidad que él dirige y por la Agencia Nacional de Seguridad Vial con el apoyo de la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter.
Torres Prieto recalcó que “la idea es disminuir el riesgo en los puntos más críticos de accidentalidad”.
“Las obras ejecutadas en esos tramos y en las áreas de influencia buscan brindarles un espacio de visibilidad a los conductores que transitan por las calles 33, 34 y 35”, indicó el Director de Tránsito.
Según explicó Torres Prieto, “las esquinas de esas intersecciones son muy cerradas y les dejan un campo visual limitado a los conductores, debido a las construcciones existentes y a algunos postes de luz ubicados en tales esquinas”.
“De hecho quienes venían por las calles, en especial sobre la calle 33, debían ingresar a la carrera 24 para observar si podían cruzar, exponiéndose a un mayor riesgo de choque con los vehículos que transitan por la carrera y tienen la prelación”, agregó el funcionario.
“Otro de los objetivos de las intervenciones, realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial en la carrera 24, es unificar el ancho de la calzada, pues debido a las variaciones que presenta esa vía algunos de sus tramos cuentan con dos carriles, y de repente el ancho se reduce abruptamente a un carril, generando riesgo para los usuarios”.
“De manera complementaria y tomando en cuenta la institución educativa situada en la calle 33, entre carreras 24 y 25, dicho sector también contará con nueva señalización, que ayudará a mejorar la seguridad de los alumnos”, anticipó el Director de Tránsito.
Fuente/vanguardialiberal.com
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